Biblia Sagrada

Reina Valera 2010

Hechos — Capítulo 28

← Volver a Javier.Band
Génesis Éxodo Levítico Números Deuteronomio Josué Jueces Rut 1 Samuel 2 Samuel 1 Reyes 2 Reyes 1 Crónicas 2 Crónicas Esdras Nehemías Ester Job Salmos Proverbios Eclesiastés Cantares Isaías Jeremías Lamentaciones Ezequiel Daniel Oseas Joel Amós Abdías Jonás Miqueas Nahúm Habacuc Sofonías Hageo Zacarías Malaquías
Mateo Marcos Lucas Juan Hechos Romanos 1 Corintios 2 Corintios Gálatas Efesios Filipenses Colosenses 1 Tesalonicenses 2 Tesalonicenses 1 Timoteo 2 Timoteo Tito Filemón Hebreos Santiago 1 Pedro 2 Pedro 1 Juan 2 Juan 3 Juan Judas Apocalipsis
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28

1. Y ya a salvo, entonces supieron que la isla se llamaba Melita.

2. Y los bárbaros nos mostraron no poca humanidad; porque, encendieron un fuego, y nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío.

3. Entonces, habiendo recogido Pablo algunos sarmientos, y poniéndolos en el fuego, una víbora, huyendo del calor, le acometió a la mano.

4. Y como los bárbaros vieron la serpiente venenosa colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir.

5. Mas él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún mal padeció.

6. Y ellos estaban esperando cuándo se había de hinchar, o caer muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios.

7. En aquellos lugares había heredades del principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y nos hospedó amigablemente tres días.

8. Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; al cual Pablo entró [a ver], y después de haber orado, puso sobre él las manos, y le sanó.

9. Y hecho esto, también otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados;

10. los cuales también nos honraron con mucho aprecio; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias.

11. Y después de tres meses, navegamos en una nave de Alejandría, que había invernado en la isla, la cual tenía por insignia a Cástor y Pólux.

12. Y llegados a Siracusa, estuvimos allí tres días.

13. De allí, costeando alrededor, llegamos a Regio; y después de un día, soplando el sur, vinimos al segundo día a Puteoli,

14. donde hallamos hermanos, y nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días; y así, nos fuimos a Roma;

15. de donde, oyendo de nosotros los hermanos, nos salieron a recibir hasta el foro de Appio y Las Tres Tabernas; y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento.

16. Y cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto de la guardia, mas a Pablo le fue permitido estar aparte, con un soldado que le guardase.

17. Y aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos; a los cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni [contra] las costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos;

18. los cuales, habiéndome interrogado, me querían soltar; por no haber en mí ninguna causa de muerte.

19. Pero contradiciendo los judíos, me vi obligado a apelar a César; no que tenga de qué acusar a mi nación.

20. Así que, por esta causa, os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy rodeado de esta cadena.

21. Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti.

22. Mas queremos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta nos es notorio que en todas partes es contradicha.

23. Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales declaraba y testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas.

24. Y algunos asentían a lo que se decía, pero algunos no creían.

25. Y como no estuvieron de acuerdo entre sí, partiendo ellos, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por el profeta Isaías a nuestros padres,

26. diciendo: Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis:

27. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y de los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan de corazón, y se conviertan, y yo los sane.

28. Os sea, pues, notorio, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán.

29. Y habiendo dicho esto, los judíos salieron, teniendo gran discusión entre sí.

30. Y Pablo, se quedó dos años enteros en su casa de alquiler, y recibía a todos los que a él venían,

31. predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, con toda confianza y sin impedimento.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28