Biblia Sagrada

Reina Valera 2010

Salmos — Capítulo 44

← Volver a Javier.Band
Génesis Éxodo Levítico Números Deuteronomio Josué Jueces Rut 1 Samuel 2 Samuel 1 Reyes 2 Reyes 1 Crónicas 2 Crónicas Esdras Nehemías Ester Job Salmos Proverbios Eclesiastés Cantares Isaías Jeremías Lamentaciones Ezequiel Daniel Oseas Joel Amós Abdías Jonás Miqueas Nahúm Habacuc Sofonías Hageo Zacarías Malaquías
Mateo Marcos Lucas Juan Hechos Romanos 1 Corintios 2 Corintios Gálatas Efesios Filipenses Colosenses 1 Tesalonicenses 2 Tesalonicenses 1 Timoteo 2 Timoteo Tito Filemón Hebreos Santiago 1 Pedro 2 Pedro 1 Juan 2 Juan 3 Juan Judas Apocalipsis
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 144 145 146 147 148 149 150

1. <<Al Músico principal; para los hijos de Coré: Masquil>> Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.

2. Tú con tu mano echaste las naciones, y los plantaste a ellos; afligiste los pueblos, y los arrojaste.

3. Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos.

4. Tú, oh Dios, eres mi Rey; manda salvación a Jacob.

5. Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; en tu nombre hollaremos a nuestros adversarios.

6. Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará.

7. Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, y has avergonzado a los que nos aborrecían.

8. En Dios nos gloriaremos todo el tiempo, y para siempre alabaremos tu nombre. (Selah)

9. Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; y no sales con nuestros ejércitos.

10. Nos has hecho retroceder ante el enemigo, y los que nos aborrecían nos han saqueado para sí.

11. Nos pusiste como a ovejas para comida, y nos esparciste entre las naciones.

12. Has vendido a tu pueblo de balde, y no acrecentaste tu riqueza con su precio.

13. Nos pusiste por vergüenza a nuestros vecinos, por escarnio y por burla a los que nos rodean.

14. Nos pusiste por proverbio entre las naciones, por movimiento de cabeza en los pueblos.

15. Cada día mi vergüenza está delante de mí, y me cubre la confusión de mi rostro,

16. por la voz del que me injuria y vitupera, por razón del enemigo y del vengativo.

17. Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti; y no hemos faltado a tu pacto.

18. No se ha vuelto atrás nuestro corazón, ni tampoco se han apartado nuestros pasos de tus caminos.

19. Cuando nos quebrantaste en el lugar de los dragones, y nos cubriste con sombra de muerte,

20. si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios, o alzado nuestras manos a dios ajeno,

21. ¿No demandaría Dios esto? Porque Él conoce los secretos del corazón.

22. Pero por causa de ti nos matan cada día; somos tenidos como ovejas para el matadero.

23. Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no te alejes para siempre.

24. ¿Por qué escondes tu rostro, y te olvidas de nuestra aflicción, y de nuestra opresión?

25. Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo; nuestro vientre está pegado con la tierra.

26. Levántate para ayudarnos, y redímenos por tu misericordia.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 144 145 146 147 148 149 150